Hoy, solo frente a la Moneda
mi corazón desfloró desgarrado
a las soledades de mi vida voy,
cuando de mis soledades vengo
a Santiago llego cuando de Colombia me voy
en llamas te veo igual que ayer
inundado y anegado por la traición
disfrazada de solución.
Hoy campea la bestia de nuevo, disfrazada
de igualdad y de solidaridad,
el rugir de la metralla ensordece mi sentir
las bombas a mi rededor caen de nuevo
como aquel septiembre nefando y triste
cuando la victoria se volvió derrota
cuando la convicción de nada sirvió
la trapisonda estaba dentro y no se vio.
De los desposeídos la utopía del ayer;
la pesadilla del horror de hoy… de mañana
la bota de la bestia sanguinaria en
complicidad del ideal sin refulgencia
pisoteó la dignidad de la unidad.
Error del pensador preclaro
las armas poco antes, nada,
y poco después, humo y víctimas.
Vida ofrendada en fútil esfuerzo
inmolado después de la muerte,
el reinado de la bestia fue significante,
persecución en los anales de la ignominia
destrucción de los sueños libertarios
impunidad que de los poderosos fuertes,
jamás se resarcieron los pequeños débiles,
aún queda la esperanza, vida de la vida.
Muerta la bestia, la bestia vive
el imperio campea victorioso
por tus calles Santiago querido,
Santiago inmolado en quien el imperio
construye palacios, riqueza y abundancia;
pero también a los pobres que cuidan esos,
a los trabajadores que generan esta, y
a quienes tienen la esperanza de disfrutar aquella.
Disfraces irisados que cantan ilusiones,
pareciera que al piel escucha, y que
vieran las manos táctiles cuando los ojos
enajenados cantan como la sirena.
Crueldad del imposible es desaparecer
y no poder sentir, no poder desde el eco de
la conciencia gritar la gran pregunta
¿Por qué no pudo ser?
Allende soñó con lo imposible
que puede ser posible en otra esfera,
no se puede defender a quienes
no se defienden a sí mismos,
si solamente a éstos se defiende
¿Quién defiende a quienes los defienden?
Imprecaciones de la noche oscura
anegada de sangre en ríos de amargura.
Abatimiento por el pudo ser y jamás fue
no son la solución de la entelequia,
solamente la construcción de un nuevo sueño
libertario sí, pero no negociable,
rompiendo los paradigmas
no refugiándose en ellos,
la grandeza de su pensamiento
debe romper el mito de la utopía.
Haciendo realidad el sueño
de igualdad y de justicia
reconociendo que los cambios
no son la teoría del contrario.
hay que construirle identidad propia,
identidad que es del pueblo
del trabajador, de la mujer, de la juventud
todos unidos por la libertad.
Iniciando el cántico de nuevo
debemos ser un fue y un será
una utopía posible y renovada
somos el hoy, somos el mañana, somos el ayer;
es el momento del acaso y del encuentro nuevo,
instantes de alborada claman el retorno;
hora de luchar y de unidad
Venceremos… será nuestro cantar.
Fabio Alberto Cortés Guavita
Santiago, Chile. Abril 2006
POETA MAESSE
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