YO. - Lágrimas
caen del cielo
que acaba de tener
una noche de
celestina.
LA LUNA. -
Acongojada me escondo
pero satisfecha
en plenitud.
EL SOL. - Ufano
me levanto colmado
de pasión después
de una noche
plenilunada y
sensual.
YO. - Sus rayos
vienen a mí
y suben por mi
cuerpo
dando muerte a mi
vida.
EL SOL. – Me
causa risa
tu pena, me causa
burla
eres juguete del
destino.
LA LUNA. – Pena de
una soledad sempiterna
rosa que se
esconde tras de mí.
YO. - Me abandona
por instantes
retornando con la
luz del nuevo día,
me invaden unas
enormes ganas
de llorar, pero
no es dolor,
es la angustia
eterna,
ese deseo de
salir por la luz
de la mañana
hacia el Sol y
quemar mis
recuerdos,
pero no, no
existen,
quemar mi soledad
y
en la noche
abrazarla en holocausto
sin importar que
ella también me engañe
en tanto muero
ella cae exhausta
de sus amores con
el Sol
sucumbir con la
Luna, agonizar, morir.
Fabio Alberto
Cortés Guavita
POETA MAESSE
Bogotá, febrero
26 de 2015
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