Acaso pueden mis manos
mutiladas por el dolor
describir las formas crueles
con las cuales ha sido
lastimada mi existencia doliente.
¿Cómo decirlas?
¡Cómo describir esta pena!
¡Cómo cantar tanta crueldad!
¿Escribir?
Será acaso que mis manos pueden
ejercer la función enaltecedora
de cantar el desflorar del alma
como rosas mustias
en la cámara fúnebre
plena de presencia de la muerte.
El abatimiento anega mis pupilas
sin embargo convengo en escribir
las palabras que nunca jamás
quise pronunciar,
los clamores del dolor
el infortunio de la ausencia
la sinrazón de la vida
en santuario ante la muerte.
Papá no está con nosotros.
Fabio Alberto Cortés Guavita
POETA MAESSE
Colombia
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