Soledad, compañera fiel desde mi juventud
temprana,
hoy campeas con mayor fuerza que antes,
qué ingrata suele ser la vida
con quienes compartimos todo
sin esperar nada.
Soledad, amiga mía
¿Quién comprende tus designios?
quién concibe el alcance de tus veleidades,
acaso alguien conoce cuan destructiva puedes ser
cuando te lo propones
hoy como ayer... como siempre.
Soledad, vacío de mi corazón
hoy estas más perenne que siempre en mí
como poder encontrar la dicha y romper el dique,
ese incontenible dique que aniquilará mi alma
al amparo de la vana melancolía
o al amparo de mi fútil empeño.
Soledad, silencio de mis expiaciones
ven apura mis penas,
hoy como siempre espero tu consejo,
ese que nunca llega
ese que nadie entiende
por cuanto no existe jamás.
Soledad rabia de mis sentimientos
abandóname por siempre jamás,
no laceres más mi impaciente corazón,
deserta de mis heredades
enclaustra para siempre tus asechanzas.
Soledad, compañera, vacío, silencio y
rabia,
sólo anhelo estar pronto en tus tinieblas
para desde allí
en mi profundo sueño
advertirle al mundo cuanto daño puedes causar,
todo lo ilusoria que puedes ser,
cuan falsa eres
que tan benevolente pareces.
Fabio Alberto Cortés Guavita
POETA MAESSE
Colombia
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