Hoy vi llorar un hombre frente
al espejo de la vida
por una mujer que dijo
que tenía que pensar
para saber si había amor
en su sentir, en su existir.
Ella no entendió que el amor
es para vivirlo en la sinrazón
en el frenesí de la vida,
ese cavilar la llevó por caminos
sinuosos de la duda y de la falsedad
burlándose de los dolores del alma.
Hoy tocan con vehemencia
las campanas del olvido
no regresé para rendir un corazón,
que está rejuvenecido y cierto
por un amor que a él le regala el
cielo.
pleno de juventud y de pasión.
Sin embargo al ver de nuevo
en el espejo, sentí un frío
como de muerte al identificar
en él mi rostro, con mis lágrimas…
hoy no puedo maldecirte
porque aún te sigo amando.
Fabio Alberto Cortés Guavita
POETA MAESSE
Bogotá Colombia
No hay comentarios:
Publicar un comentario