Al
embrujo del momento se incorporan arpas y violines en una oda melodiosa como de
tonalidades armónicas en una sinergia absoluta, de repente la mariposa se erige
en molinetes danzarines obedeciendo un silencioso mandato, lentamente sube y
sube hacia el cielo, las alas despliegan su encanto y el multicolor estallido
de su iris satinado enceguece a Salomé quien al tratar de seguir el ritmo del
pequeño insecto siente que sus pies se hacen volátiles y su raída vestimenta se
convierte en velos azulados, la música guía el compás de la mariposa y las dos
danzan en silencios de holocausto, las alas y los brazos se cruzan y entrelazan
en armoniosas figuras realizando la venia bendita ante el creador.
Fabio Alberto Cortés Guavita
POETA MAESSE
Marzo
1 de 2008
No hay comentarios:
Publicar un comentario