Mis manos
desataron por fin
el nudo que
impedía llegar
a lo más
profundo de ti,
al misterio
de la vida,
tus piernas
consintieron
mi arribo
muy
despacio, lentamente
luchando y comprimiendo
los recatados
muslos
donde el
sexo estimulado
se entrega
en voluptuosas
ansias
otorgando vida
a mi amor
que te reclama,
allí pude
disfrutar
de una
noche de pasión
besé tus
labios con placer
con delicia
y con locura
los deguste
paso a paso
quedamente
y sigilosamente,
escalé tu
vientre y tus senos
hasta llegar
por fin, a tu boca…
POETA
MAESSE
FABIO
ALBERTO CORTÉS GUAVITA
Funza,
marzo 11 de 2017
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