Recorrer
las calles todas las noches
se ha
tornado en una tortura por la cobardía,
la
noche grita lo que las bocas callan
es el
valor de quien todo lo sabe,
frente
al silencio de la cobardía.
No es
una condenación, es la triste realidad.
Salir a caminar por
senderos de incomprensión,
esperará
en la calle de siempre
luego
se irá caminando despacio
para
que nadie se de cuenta de su cobardía
nadie llegó…
una vez más.
No es
ceguera, es que nadie ve la realidad,
El
cortejo fúnebre marcha bajo la lluvia
y nadie
sabe como duele ser quien se va
quien
quedará a solas para siempre en el panteón,
abandonado
eternamente entre tinieblas
todo
por la cobardía.
Ni un diluvio
puede deshacer tales desventuras.
Fabio
Alberto Cortés Guavita
POETA
MAESSE
Junio 4
de 2019

No hay comentarios:
Publicar un comentario